martes, 24 de diciembre de 2013

Otra cita en la Summa Theologiae de Santo Tomás de Aquino confirmando que nuestra posición es la única católica acerca de la asistencia a la Misa y nuestro entendido acerca de este tema

vaticanocatolico.comHno. Pedro DimondPublicado originalmente en inglés el 16 de marzo de 2008

Santo Tomás de Aquino escribió la Summa Theologiae
En la siguiente cita de la Summa Theologiae, vemos que Santo Tomás habla de los herejes que son “tolerados” por la Iglesia y de los herejes que han sido “separados” de la Iglesia. Él no habla de “separados” en el sentido de membresía (ya que todos los herejes dejan de ser miembros de la Iglesia automáticamente), sino “separados” en el sentido de la sentencia oficial pronunciada en su contra. Lo que Santo Tomás dice en este pasaje a continuación es muy relevante para la cuestión de si uno puede a sabiendas recibir los sacramentos, o asistir a la Misa de un hereje aun no declarado. El pasaje demuestra, una vez más, que nuestra posición es la correcta. Además, refuta la posición de algunos cismáticos radicales, que dicen que es contra la ley divina recibir la comunión o asistir a la Misa de un sacerdote que uno reconoce ser un hereje.

Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, Suppl. Part, q. 38, a. 2: “Debe decirse que respecto a este asunto el Maestro de las Sentencias refiere cuatro opiniones. Pues algunos dijeron que los herejes, mientras son tolerados por la iglesia, tienen la potestad de conferir las órdenes, pero no después que fueron separados de ella; como tampoco los degradados y otros semejantes. Y ésta es la primera opinión. Mas esto no puede ser así. Porque toda potestad que se da con alguna consagración no puede ser quitada por ninguna circunstancia mientras dure la cosa misma, como no puede anularse la misma consagración, puesto que aun el altar o el crisma una vez consagrados quedan consagrados perpetuamente. Por lo cual, como la potestad episcopal se otorga con cierta consagración, es menester que subsista perpetuamente, por más que alguno peque, o sea separado de la Iglesia… Y por eso otros dijeron que también los separados de la Iglesia pueden conferir las órdenes y los otros sacramentos, con tal que guarden la forma e intención debidas, ya en cuanto al primer efecto, que es la colación del sacramento, ya en cuanto al último, que es la colación de la gracia. Y ésta es la segunda opinión. La cual tampoco puede prevalecer.  Porque por lo mismo que alguno comunica en los sacramentos con el hereje separado de la Iglesia, peca. Y así se acerca al sacramento con malas disposiciones, y no puede obtener la gracia, a menos que no se trate del bautismo en caso de necesidad. Y por eso otros dicen que confieren verdaderos sacramentos, pero que no dan con ellos la gracia, no por la ineficacia de los sacramentos, sino por los pecados de los que reciben de ellos los sacramentos contra la prohibición de la Iglesia. Y ésta es la tercera opinión, que es la verdadera”.

En este pasaje Santo Tomás está hablando sobre la ordenación. Estos puntos no son relevantes para nuestro tema. Lo que es extremadamente pertinente para nuestro tema es el hecho que esta cita muestra que Santo Tomás (y otros autores de su tiempo) distinguieron entre dos clases de herejes. Los que son “tolerados” por la Iglesia son aquellos que aún no han sido específicamente declarados por un juez como herejes – y por tanto evitarlos. Estos herejes “tolerados” son separados de la Iglesia automáticamente por negar la fe, pero aún no han sido declarados. Los que han sido “separados” son aquellos que en su contra se ha pronunciado por un juez una sentencia declaratoria.
Otra cita en la Summa Theologiae de Santo Tomás de Aquino confirmando que nuestra posición es la única católica acerca de la asistencia a la Misa y nuestro entendido acerca de este tema

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